Concierto de los Delinqüentes; escaleras mecánicas y visita a fatolandia

La verdad que no defraudaron. Concierto acústico con los delinqüentes y su banda en su linea y un Tomasito entregadisimo. Todavía me duelen las manos de tanto tocar las palmas. Se montó una fiesta en la sala la riviera que solo entendería la gente que estuvimos allí. Me faltaron algunos temas como “Somos” o “Los Trabubus”, pero bueno, el recital de 2 horas estuvo francamente bien. Cada vez que saltaba el Tomasito a bailar hacía que nosotros tocáramos con más fuerza las palmas y las piernas se nos fueran por todos los sitios. Lástima que no toquen en Asturias y podais disfrutar tanto como lo hice yo ayer.

Y es que los jueves madrileños están muy bien. Lo bueno que los conciertos, ferias, etc… que organizan lo ponen a una hora muy prudente, y es que ayer, después de todo este folcklore, a las 12 en punto estaba en casa. Me acosté incluso antes que un día normal.

Como veis ya me voy integrando en esta jungla, aunque aún hay cosas que ni entiendo ni conseguiré entender. Un show es el metro a cierta hora. Allí en Asturias, cuando te subes en unas escaleras mecánicas te pones a la altura que sea, donde caigas, bien sea a la derecha de las escaleras o a la izquierda. Pues aquí en Madrid las escaleras mecánicas son como una autopista. El carril derecho es por el que, como norma general, debes circular. Uséase, que si tu intención en la escalera mecánica es “montarte” y que la escalera mecánica te suba (cosa que hasta ahora yo pensaba que era lo normal) más te vale ponerte a la derecha de las mismas, porque como te pongas en la izquierda… “El carril” izquierdo, como en buena autopista, sirve para adelantar. Y es que teneis que ver a la gente subir estas escaleras corriendo. Parece que les va la vida en ello. Y si uno de los que está “adelantando” lo haga lento, el de atrás solo le falta tener focos para poder darte las largas.

Y es que hay cosas a las que uno todavía no se acostumbra.

Y por último… hoy vamos a fatolandia. 3 semanas después me toca ir al pueblín, y es que ya hay ganas de respirar esa tranquilidad y tomarme unes sidres en el muello, aunque no anuncia muy buen tiempo que digamos. Así que, fatinos y fatinas… NOS VEMOS EN LOS CHIGRES.